Los hombres somos asquerosos por naturaleza

Hace un mucho tiempo, tuve una plática de madrugada con una amiga sobre diferentes tópicos de interés general, digo, ¿sobre qué más podrías hablar a las 3:00 am?

Y después de una serie de acertados y emotivos comentarios, llegamos a la conclusión de que los hombres somos asquerosos por naturaleza.  ¿Por qué lo digo?  A continuación trataré de explicarlo:

Los pedos o gases

Esto es algo que ningún hombre, invariablemente, terminará hablando en algún momento de su vida.  Los pedos o gases, mis estimados lectores, son como los hijos: «nunca se niegan» y siempre se está orgulloso de ellos.  Es curioso como entre hombres podemos depositar el liderazgo jerárquico sobre alguien, en base a su capacidad de producir olores y sustancias malolientes, como son los pedos.

Pero, ¿qué es lo que hace tan gratificante tirarse un pedo?  Hay muchas teorías, desde las científicas que hablan sobre una delimitación territorial como lo hacen los perros o algunos otros cuadrúpedos (jeje); hasta las más estúpidas como sentirse orgulloso por ser el más apestoso, digamos pues que es una cuestión de vanidad de cada individuo.
Aunque quizá lo mejor de esto hacer sentir mal a los demás por algo que hacemos nosotros mismos, porque seamos honestos, ese espíritu chingativo todos lo llevamos dentro, y como mexicanos estamos 2 rayitas arriba.

Cabe aclarar que hay diferentes tipos de pedos; los hay secos, con un aroma fuerte y consistente; también están los «bofos», que son más bien como el deshecho de una caca malsana; e incluso están, los que salen con premio.

Pero una cosa es segura mi querido camarada, no importa que tan bien pinche educado tengas el culo, a tu mujer le cagará el palo que te tires un pedo delante de ella (por mucha confianza que se tengan).  Paradójicamente, tus amigos te alabarán por «pedorro», así que debes decidir qué es lo que te conviene o quieres más: echarte un palito todas las noches al regresar a casa, o que una bola de borrachos como tú, te digan que eres su héroe.  Piénsalo.

Los mocos

¡Ah, que caray!  Otra de las tantas cosas que nos hacen notar como pertenecientes al género masculino es enaltecerse de nuestra propia producción material nasal.  Si, los mocos son los primeros juguetes del hombre y, al parecer, nunca perderán vigencia, porque no importa que tengas 6 ó 22 años, siempre terminarás sacándote uno de tus fosas nasales, y en el mejor de los casos, lo embarrarás en una servilleta o debajo de una mesa.

Los mocos también pueden ser clasificados por textura, tamaño, color, consistencia, «pegajosidad» y hasta por flexibilidad.  Lo que me atañe en este momento es hablar de consistencia y color.

Los mocos son generalmente, una sustancia verduzca-amarillenta de una consistencia sólida (cuando ya están secos, tanto dentro de tu nariz como sobre tu mano o en alguna pared), o bien, semi sólidos cuando están en proceso de producción o secado (vaya, como si de una tintorería se tratase).  Algunas veces, tanto la consistencia como el color de los mocos puede variar a factores virales, como el catarro o el moquillo, aunque no son determinantes.

Una de las funciones primarias de los mocos es, lubricar y proteger las fosas nasales de agentes externos y de posibles contagios virales, pero la neta, ¿a quién le importa eso?  cuando bien puedes sacar un moco y embarrárselo a tu peor enemigo, o aventarlo «al aire» a ver a quién le cae.  Aunque ojo, los mocos pueden ser armas de doble filo si no son manejados con precaución.

Semen

¡Oh si!  La semilla de la vida.  Durante muchos años se ha mantenido la creencia de que el semen, o mejor dicho, su expulsión natural o artificial del cuerpo humano, puede provocar debilidad e incluso se pensaba hace ya algunos ayeres, que el masturbarse era un factor determinante en la pérdida de sangre, por ejemplo, por cada mililitro de semen eyaculado precozmente, se perdían 10 mililitros de sangre o algo asi recuerdo haber visto en alguna película, asi que tómenlo como chisme y como una breve introducción a este escabroso tema.

Pero, ¿para qué sirve el semen?  Bueno mi’jo, si no sabes la respuesta obvia, creo que es momento de que te sientes a la mesa con tu papá y tengas una laaaaaaaaaaaaaaarga conversación sobre las flores y las abejas, ¿vale?
Para los que ya sabemos qué pedo con esto, aparte de su función primaria, hay otra muy importante: establecer quién es el macho alfa dentro de la manada.  Para que quede más claro sería algo como:

A: «Yo saco 5 mililitros de leche, ¿cómo ves?»

B: «¿Ah si? Yo te lleno una botella de Gatorade de una sola jalada wey…»

Este guarrísimo ejemplo no sirve para dejar clara una cosa: los hombres podemos ser tan estúpidos a veces…  sólo a veces mujeres, sólo a veces (digo, ni quien las chingue cuando manejan y se van maquillando y dándole de coscorrones a los chamacos cuando los llevana  la escuela por las mañanas…  ehm, ahora que lo pienso, yo si, pero eso es otra historia).

Creo que no hay nada más que hablar sobre el semen…  mentira, sólo un consejo: hombres y mujeres, siempre lleven pañuelos desechables o toallitas hipoalergénicas, sobre todo si salen de noche ^_^

Conclusión

Aparte de la conclusión que es evidente sobre lo anterior expuesto y es que los hombres somos asquerosos por naturaleza, podemos también darnos cuentas que las personas en general (tanto hombres como mujeres) somos capaces de hacer «marranadas» gruesas, pero nos dan pena otras, ejemplo:

• Las damitas (con todo el respeto del mundo) pueden hacerle sexo oral a su pareja mientras éste conduce, pero no pueden tirarse un pedo en público.  Aguantan hasta llegar al baño de su casa.
• Los hombres somos capaces de tirarnos un pedo con premio, pero nos da asco lavar nuestros propios calzones (pido mano muchachos).
• Las mujeres pueden soportar usar los incomodísimos tampones (según me han contado algunas amigas), pero les da penita ir a la farmacia por condones (¿qué irán a pensar de ellas sólo por cuidarse? ¡No mamen!)
• Los hombres pueden tener sexo hasta con 3 mujeres en una noche (y no pongo que al mismo tiempo, porque eso si estaría cabrón), pero no somos capaces de mantener ni a 1 sola como Dios manda.

Pues así es esto de las gelatinas mis queridos lectores y lectoras, a veces están duritas y a veces guangas guangas.  Pero así es la vida.

Así que mujeres del mundo, si tienen como pareja a un hombre asqueroso, por favor entiéndanlo y ámenlo, recuerden que al final, ustedes les administran la cartera y ahí está el desquite.