Las reglas del hombre

Siempre hemos escuchado sobre las reglas de las mujeres, así como de la psicología de sociedad que hay con ellas y entre ellas.  Pero, ¿qué pasa con nosotros los hombres?, ¿Acaso no tenemos reglas o un código de conducta entre caballeros?

¡Claro que lo hay!  Y aqui expondré algunas de las reglas básicas de nosotros los hombres.

1. Los hombres NO leemos la mente.  Aunque pareciera que podemos advertir el peligro futuro inmediato (un madrazo tal vez), no significa que por ósmosis sepamos lo que piensan, quieren, necesitan, etc.  (y aplica al revés).
2. Conoce y aprende la mecánica básica de la tapa del baño, es tu amiga.  Las mujeres la quieren abajo y los hombres arriba (y no me refiero al chaca-chaca), así que aprendamos a coexistir y a manipular este aditamiento del sanitario.
3. El llanto se considera chantaje.  A menos que estés abriendo un regalo de cumpleaños o la prueba de embarazo salga negativa.
4. Pide clara y exactamente lo que quieres.  Los hombres NUNCA entendemos las sutilezas, ni sugerencias, ni indirectas por más directas que sean, es decir, (y recordemos el punto 1) no adivinamos, seamos claros y punto.
5. La palabra SI y la palabra NO se consideran respuestas válidas.  Nosotros somos muy directos y preferimos usar respuestas monosilábicas para responder algo de manera natural, que explorar las posibilidades infinitas que deja la interpretación al más puro estilo de Nietzsche.
6. Los hombres resolvemos, no empatamos.  Si tienes un problemas y quieres resolverlo de golpe y tajo, acude a nosotros.  Ya sea un tema de dinero, consejo o madrazos, siempre tenemos una solución para todo.  NUNCA vengas a nosotros pidiendo y esperando consuelo o empatía a tu probelmas porque, generalmente, nunca la tendrás.  Para eso están tus amigas llenas de hormonas y deseosas de una «noche de chicas» para entender tu dolor.
7. Las comparaciones no son aceptables.  Siempre se dice que «el pasto del vecino es más verde», pero no pinches mames, si tanto te gusta, ve con el vecino y deja vivir.  Nuestro pasto es de tal color, espesura, tamaño y humedad porque así nos gusta y punto.
8. Sólo aceptamos argumentos válidos.  Si tus amigas que te dijeron blanco, cuando nosotros dijimos negro, debes tener en consideración que, sus punto de vista se anulan automáticamente cuando tus amigas:
   – Escuchan música de banda a todo volumen mientras realizan sus quehaceres
   – Son madres solteras
   – Tienen un grado académico inferior al mío (o no les gira bien la ardilla)
   – Si las dejó el marido, novio o amante
   – Y sobre todo: si creen que Julión Álvarez o Jenny Rivera es lo mejor que le ha pasado a México
9. Todas las conversaciones tienen vigencia.  No son aceptables conversación hechas hace 6 meses, es más, todo lo que se diga debería caducar a los 7 días.
10. Nunca preguntes si estás gorda.  Porque muy seguramente lo estás.  Así que no preguntes por favor.
11. No malinterpretes.  Si decimos cualquier cosa que puede entristecerte o enojarte, no nos referimos a esa interpretación, nos referimos a la otra.
12. Pide el qué pero no el cómo.  Si necesitas algo o quieres algo, simplemente debes solicitarlo cordialmente (quizá acompañado de una posible gratificación en especie) e incluso, cómo lo quieres.  Pero por favor, no nos digas cómo hacerlo.  Si tú sabes cómo hacerlo, HAZLO TÚ MISMA.
13. Los hombres NO necesitamos ayuda para llegar a algún lugar.  Digo, Cristobal Colón cruzó medio pinche mundo para llegar a la Tierra Prometida y lo hizo sin pedos (bueno, desvío un poquito nada más el curso, pero llegó).  Y si no sabemos cómo llegar, pongo la dirección en WAZE o en Google Maps y ¡rodar nena!
14. Los hombres sólo distinguimos 16 colores.  Si, como las computadoras que usaban Windows 3.11.  Por lo que las «tonalidades» como el durazno o el «fiucha» no son colores, no mamen.
15. Si tenemos comezón, nos rascamos.  Es una necesidad fisiológica igual a respirar, por lo que los hombres no tenemos reparo en hacerlo cuando lo necesitemos. Aunque debo admitir que hay varios vatos que se pasan de apaches y lo hacen como si no hubiera mañana en cualquier lugar, incomodando incluso, a otros hombres.
16. La respuesta «NADA» es neutral.  Cuando preguntamos por algo y ustedes responden que «nada», entendemos que no hay problema o alguna situación por la cual alarmarse.  Aunque a veces sospechamos que mienten por la cara de tótem de 2 metros que ponen, pero ¿para qué entrar en discusión y sobre todo, poner en peligro nuestras vidas por algo así?
17. Somos sinceros.  Si nos preguntas por algo que no quieres que respondamos, seguramente recibirás una respuesta que no quieres oír.  Analiza tus preguntas porque (y regresamos al punto 1), no leemos la mente ni somos adivinos para saber qué si o qué no debemos responder.
18. El «outfit» no es tan importante.  Cuando salimos a cualquier parte, absolutamente cualquier cosa que se pongan estará bien para nosotros.  Nos preocupa más averiguar cómo desvertirlas que el hecho de cómo se visten.
19. Tener mucho de algo no siempre es bueno.  Ejem…  tienen demasiados zapatos y demasiada ropa, como para que nos digan «no tengo nada que ponerme».  Creo que el exceso de estos artículos, les impide dimensionar la cantidad real que tienen y les hace ver menos de lo que hay.
20. Somos todo terreno.  Seguramente después de leer esto, me enviarán a dormir al sillón, pero ¿saben algo? ¡NO NOS IMPORTA!  Estamos diseñados para adaptarnos a cualquier eventualidad, clima o circunstancia por lo que dormir en el sillón es como ir de campamento.

Le envío un cordial saludo a todas mis amigas que, seguramente se cagarán de risa cuando lean esto.  Y a todos los hombres que seguramente estarán de acuerdo con esto.